Por Óscar Dávila Jara (Moralito)
En la computadora iban apareciendo las letras, formando palabras que se distribuían a lo largo de la pantalla, construyendo una salida de la trama en la cual se encontraba atrapado aquel hombre. Las alternativas surgían apresuradamente, abriendo puertas hacia los pasillos, bifurcando en amplios corredores apenas iluminados por la escasa luz que llegaba del exterior. Sigue leyendo