Los filos del deseo

Por Óscar Dávila Jara (Moralito)

Poemas gozosos

Poema I

Tu piel de luz
escurre entre mis dedos,
cauda que hiere el infinito.
Tu lado oscuro
enciende mis deseos.
Cada vez
que me estrechan
tus brazos de luna,
mis labios siembran
constelaciones en tu pecho.

Poema III

La noche de mi habitación
se inunda
del color de tu luz.
El silencio muerde el aire,
la piel se estremece,
las lenguas arremeten
en húmeda esgrima.
Deambulan
necios mis dedos
en el calor de tu carne.
El lecho florece
de suspiros
y tus labios
devoran los míos,
mientras tu abrazo
amanece.

Tu amor

Por Óscar Dávila Jara (Moralito)

A Gabriela

Tu amor
es rayo de sol después de la tormenta
llama encendida que sobrevive a la noche
caricia que acompaña
que renueva y alimenta
arroyo fresco
que llega a mis más sedientos deseos
desvelo compartido
juego de ansiedades
la estrella que me orienta
la huella que sigo
el refugio de mis besos
inquieto animal que palpita en mi pecho
cielo en que me abrigo
red de placeres y dolores
es mi razón para estar vivo

Cuántas veces

Por Óscar Dávila Jara (Moralito)

A Gabriela

“El amor es el silencio más fino”
Jaime Sabines

Cuántas veces he dibujado en tu cuerpo
antes y después de la tormenta
cuántas veces he llenado de colores
de luces y sombras
el espacio que yace entre nosotros
ese espacio que se repite
como el día y la noche
como un sueño que persigo
incansablemente
un sueño pleno de ti
rebosado de ternura de tus manos
saciado en tus callados besos
que agitan mi deseo
como corriente de río agitando lirios

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¿Qué es un beso?

Por Óscar Dávila Jara (Moralito)

Un relámpago que estalla
en el temblor de tus labios
un cometa que ilumina
la faz de tu rostro
una luna roja de octubre
encendiendo tus mejillas
un suspiro amoroso
en el que entrego el alma
un instante eterno
en el que vivo y muero
es la palabra muda
con la que te digo que te quiero.

Puedo seguir los rastros

Por Óscar Dávila Jara (Moralito)

Puedo seguir los rastros de mis besos en tu cuerpo
pequeñas huellas de cangrejo que marcan de rubor tu piel
van y vienen por todos esos lados de ti que tanto conozco
veredas preferidas que incansablemente transito

Puedo sentarme a contemplar el mar y tus ojos
tus ojos miel de arena, sol y luna de mis días
y a oír tu risa y el murmullo de las olas
y el graznar de las gaviotas en rasante vuelo

Puedo esperar a que un barco rasgue el horizonte
a que una tormenta junte el mar y el cielo
a que el huracán desaparezca esta playa en que te escribo
a que el mar se muera y quede quieto

Pero no puedo dejar de sentir que sin ti me muero